PROHIBICIONES

Hay una serie de actividades que están prohibidas en las corridas de toros.
Pero a pesar de estar prohibidas se realizan con habitualidad ya que apenas existe control sobre las condiciones del toro en la plaza y posteriores a su muerte.
Hoy en día la figura del toreo es un negocio, y no conviene que el torero corra riesgos. Sería un desastre que un torero fuera lesionado por un toro a principio de una temporada y eso produce mucho interés en que el toro sea preparado para evitar esos riesgos. Podemos suponer que estas prácticas se realizan con más intensidad cuando hay una figura en el cartel.
Hay un debate permanentemente abierto acerca del afeitado de las reses. Que sólo está permitido en el rejoneo y en ciertos festivales taurinos.
El afeitado consiste en recortar los cuernos del toro con dos finalidades. La primera es que el toro se sienta disminuido, depende del método empleado, si se hace de forma traumática, mediante golpe el dolor es intenso, o si es con anestesia los restos quedan en el animal y sale a la plaza con sus facultades reducidas. La segunda es para restarle peligrosidad al animal, ya que piensa que sus astas son mayores de lo que cree y siempre se queda corto en sus cornadas.
Este afeitado se debe hacer poco antes de la corrida para que el animal no se acostumbre a la nueva longitud de sus astas.
La forma disimular esta manipulación es achacarlo a golpes en el campo o durante el transporte. Los ganaderos, pretenden que los veterinarios son incapaces de detectar los afeitados, ya que tradicionalmente han sido estos últimos quien más han denunciado estas prácticas, que se han cifrado en un 90% de los casos.
Otros métodos para rebajar la peligrosidad del toro, que también están prohibidos son:
Administración de laxantes y drogas Me refiero a drogas aparte de las que se les dan para el afeitado, en general son tranquilizantes.
Palizas en chiqueros Lo más habitual es arrojarles sacos de arena sobre las espaldas, aunque a veces se recurre a las trancas y cosas más directas.
Untarles los ojos con vaselina u otra sustancia grasa a fin que la vista del toro se vea menguada.
Introducirles algodón en las vías nasales para que no puedan respirar y se cansen más rápidamente.
Hacerles cortes en las patas y untar las heridas de aguárras o amoniaco la finalidad es evitar que se haga muy evidente los tratamientos anteriores y los animales se queden parados, el escozor en sus patas se lo impide.
Clavarles alfileres en los testículos Con el fin de provocarles dolor y evitar el aspecto de manso o inofensivo propio de estos animales
Por supuesto que este completo tratamiento no lo reciben la totalidad de las reses, pero esto no es, ni mucho menos, algo esporádico y ajeno a la fiesta. Y aunque este tratamiento no se aplique, el daño que se produce al toro durante una corrida es difícilmente justificable.
Adelantandome a los que no se lo quieran creer y digan que miento, hay suficiente hemeroteca y además proveniente de crónicas taurinas que videncian estas prácticas, será un placer suministrar algunos ejemplos a quien lo solicite.